El plazo para que empresarios y profesionales adapten sus sistemas informáticos a la nueva norma sobre factura electrónica se ha ampliado, y retrasa la fecha de adopción de los nuevos requisitos del 1 de julio de 2025 al 1 de enero 2026 para los contribuyentes sujetos al Impuesto sobre sociedades y hasta julio de 2026 para el resto de obligados tributarios afectados.
El objetivo de la norma es luchar contra el fraude fiscal derivado del ‘software de doble uso’ garantizando la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros de facturación
Por lo tanto, los expendedores tendrán de plazo hasta el 1 de julio de 2026, para adaptar sus sistemas informáticos a las nuevas obligaciones en materia de facturación electrónica.